Pero lo que genios de nuestro tiempo o gurús de la tecnología como Stephen Hawking. Bill Gates o Elon Musk temen, no es el mal uso de la IA, sino que la IA se vuelva demasiado lista, y decida prescindir de nosotros porque razone que somos un peligro para la vida en la Tierra, o innecesarios para su propia evolución. Aquello que Marvin Minsky ya auguraba en 1970: «puede que, con suerte, los ordenadores decidan tenernos como sus mascotas«.

La inteligencia artificial ética es un debate, gente como Mark Zuckeberg defendiendo que no hay que ser catastrofistas, y otros como Elon Musk o Jack Ma, el fundador de AliExpress, que está convencido de que «la IA libraá la Tercera Guerra Mundial». Podemos concluir que: Musk y Jack Ma utilizan la IA más avanzada del mundo en los automóviles de Tesla, en Space X, o en el procesamiento de datos en AliExpress, y saben perfectamente de que hablan, porque trabajan con la IA de última generación.

El propio Elon Musk, junto a otras personalidades y expertos han fundado OpenAI, una iniciativa que tiene como objetivo crear sistemas de IA que beneficien a la Humanidad, y no puedan revelarse contra ella.

Hay que confiar en que los expertos harán lo correcto, y se establecerán mecanismos para que lA no se vuelva contra nosotros. Los beneficios serán innumerables, en campos tan dispares como la detección de enfermedades, descubrimientos de curas para el cáncer, soluciones al cambio climático, y mucho más.

El mundo cambiará más profundamente que Internet o los teléfonos móviles, pero…
¿Estamos preparados para ello?